Mas por tus muchas misericordias no los consumiste ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso. | Mas por tus muchas misericordias no los consumiste, ni los desamparaste; porque eres Dios clemente y misericordioso. |
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. | Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. |
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Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios. | Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. |
Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. | Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. |
Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos, pues esto es la Ley y los Profetas. | Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. |
Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis. | Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. |
Los pensamientos se frustran donde falta el consejo, pero se afirman con los muchos consejeros. | Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman. |
Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas. | El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. |
Bendíganos Dios y témanlo todos los términos de la tierra. | Bendíganos Dios, Y témanlo todos los términos de la tierra. |
¡Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho! | Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. |
Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras. | Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. |
Yo fortaleceré la casa de Judá y guardaré la casa de José. Los haré volver, porque de ellos tendré piedad; serán como si no los hubiera desechado, porque yo soy Jehová, su Dios, y los oiré. | Porque yo fortaleceré la casa de Judá, y guardaré la casa de José, y los haré volver; porque de ellos tendré piedad, y serán como si no los hubiera desechado; porque yo soy Jehová su Dios, y los oiré. |
Y el Señor me librará de toda obra mala y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
Los regalos de un hombre le abren el camino que lleva a la presencia de los grandes. | La dádiva del hombre le ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes. |
Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor. | Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor. |
Todos los que sin la Ley han pecado, sin la Ley también perecerán; y todos los que bajo la Ley han pecado, por la Ley serán juzgados. | Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados. |
Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero alegría en el de quienes aconsejan el bien. | Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien. |
Los labios mentirosos son abominables para Jehová, pero le complacen quienes actúan con verdad. | Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento. |
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor de los mortales y de los hijos de los hombres, que son como el heno? | Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? |
Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra.» | Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. |
Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros. | Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros. |
Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. | Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. |
Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. | Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. |
Pero el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. | Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos. |
Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, sus testimonios y los estatutos que te ha mandado. | Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y sus testimonios y sus estatutos que te ha mandado. |