Los tesoros de maldad no serán de provecho; Mas la justicia libra de muerte. | Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. |
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. | No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. |
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No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. | No os dejéis engañar: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». |
Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. | Pero fiel es el Señor quien os fortalecerá y protegerá del maligno. |
El camino de Jehová es fortaleza al perfecto; Pero es destrucción a los que hacen maldad. | Fortaleza para el íntegro es el camino del Señor, pero ruina para los que obran iniquidad. |
Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. | Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. |
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal. | No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. |
Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal. | Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal. |
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. | El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno. |
Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve. | Y ellos serán míos —dice el Señor de los ejércitos— el día en que yo prepare mi tesoro especial, y los perdonaré como un hombre perdona al hijo que le sirve. |
Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala. | Pues El que quiere amar la vida y ver días buenos, refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño. Apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala. |
El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño. | El hombre prudente ve el mal y se esconde, los simples siguen adelante y pagan las consecuencias. |
El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. | El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley. |
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. | Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad. |
Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. | Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal. |
Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede. | Antes bien, sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal. |
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen. | Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. |
Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. | Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan. |
La ira de Jehová contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de ellos. | El rostro del Señor está contra los que hacen mal, para cortar de la tierra su memoria. |
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas. | Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas. |
Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah | Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones al Señor; y tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) |
No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon, dice Jehová. | “No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo: ‘Así dice el Señor de los ejércitos: “Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras” ’. Pero no me escucharon ni me hicieron caso” —declara el Señor. |
A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de su maldad. | Para vosotros en primer lugar, Dios, habiendo resucitado a su Siervo, le ha enviado para que os bendiga, a fin de apartar a cada uno de vosotros de vuestras iniquidades. |
Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien. | Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. |
Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. | Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde. |