El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. | En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente. |
Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada. | La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa. |
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La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse. | La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella. |
El futuro de los justos es halagüeño; la esperanza de los malvados se desvanece. | La esperanza de los justos es alegría, pero la expectación de los impíos perecerá. |
El camino del Señor es refugio de los justos y ruina de los malhechores. | Fortaleza para el íntegro es el camino del Señor, pero ruina para los que obran iniquidad. |
Los labios del justo destilan bondad; de la boca del malvado brota perversidad. | Los labios del justo dan a conocer lo agradable, pero la boca de los impíos, lo perverso. |
Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría. | Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. |
A los justos los guía su integridad; a los falsos los destruye su hipocresía. | La integridad de los rectos los guiará, mas la perversidad de los pérfidos los destruirá. |
En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte. | De nada sirven las riquezas el día de la ira, pero la justicia libra de la muerte. |
Con la boca el impío destruye a su prójimo, pero los justos se libran por el conocimiento. | Con la boca el impío destruye a su prójimo, mas por el conocimiento los justos serán librados. |
La gente chismosa revela los secretos; la gente confiable es discreta. | Él que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas. |
El malvado obtiene ganancias ilusorias; el que siembra justicia asegura su ganancia. | El impío gana salario engañoso, pero el que siembra justicia recibe verdadera recompensa. |
El que es generoso prospera; el que reanima será reanimado. | El alma generosa será prosperada, y el que riega será también regado. |
El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio. | Él que ama la instrucción ama el conocimiento, pero el que odia la reprensión es torpe. |
El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto. | El enojo del necio se conoce al instante, mas el prudente oculta la deshonra. |
En los que fraguan el mal habita el engaño, pero hay gozo para los que promueven la paz. | Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. |
El Señor aborrece a los de labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad. | Los labios mentirosos son abominación al Señor, pero los que obran fielmente son su deleite. |
El de manos diligentes gobernará; pero el perezoso será subyugado. | La mano de los diligentes gobernará, pero la indolencia será sujeta a trabajos forzados. |
La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra. | La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, mas la buena palabra lo alegra. |
El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. | Él que guarda su boca, preserva su vida; el que mucho abre sus labios, termina en ruina. |
Con su riqueza el rico pone a salvo su vida, pero al pobre no hay ni quien lo amenace. | El rescate de la vida de un hombre está en sus riquezas, pero el pobre no oye amenazas. |
El orgullo solo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos. | Por la soberbia solo viene la contienda, mas con los que reciben consejos está la sabiduría. |
El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece. | La fortuna obtenida con fraude disminuye, pero el que la recoge con trabajo la aumenta. |
La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida. | La esperanza que se demora enferma el corazón, pero el deseo cumplido es árbol de vida. |
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado. | Él que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño. |