Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir. | Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. |
Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. | La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. |
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Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. | Sentándose, llamó a los doce y les dijo: Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. |
El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. | Justo es el Señor en todos sus caminos, y bondadoso en todos sus hechos. |
Dios nos bendecirá, y le temerán todos los confines de la tierra. | Dios nos bendice, para que le teman todos los términos de la tierra. |
Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. | Busqué al Señor, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores. |
Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley por la ley serán juzgados. | Pues todos los que han pecado sin la ley, sin la ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la ley, por la ley serán juzgados. |
Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. | Pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido. |
Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. | Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. |
Endereza las sendas por donde andas; allana todos tus caminos. | Fíjate en el sendero de tus pies, y todos tus caminos serán establecidos. |
El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron. Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado. | Pues el amor de Cristo nos apremia, habiendo llegado a esta conclusión: que uno murió por todos, por consiguiente, todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. |
Si el malvado se arrepiente de todos los pecados que ha cometido, y obedece todos mis decretos y practica el derecho y la justicia, no morirá. | Pero si el impío se aparta de todos los pecados que ha cometido, guarda todos mis estatutos y practica el derecho y la justicia, ciertamente vivirá, no morirá. |
Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. | Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. |
Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan. | Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el Señor. |
Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. | Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres. |
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán, a menos que se arrepientan. | Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. |
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. | Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. |
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. | Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. |
Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo —ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres—, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. | Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. |
De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. | En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros. |
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. | Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. |
Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos. | Señor, todo mi anhelo está delante de ti, y mi suspiro no te es oculto. |
Tú, Señor, eres bueno y perdonador; grande es tu amor por todos los que te invocan. | Pues tú, Señor, eres bueno y perdonador, abundante en misericordia para con todos los que te invocan. |
De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados. | De este dan testimonio todos los profetas, de que por su nombre, todo el que cree en Él recibe el perdón de los pecados. |
Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes. | Que te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus anhelos. |