Versículos de la Biblia sobre 'D��as'
Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya. | A él le toca crecer, y a mí menguar. |
Por tanto, debes comprender en tu corazón que el Señor tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo. | Reconoce en tu corazón que, así como un padre disciplina a su hijo, también el Señor tu Dios te disciplina a ti. |
No haréis junto a mí dioses de plata ni dioses de oro; no os los haréis. | No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren. |
Entonces discernirás justicia y juicio, equidad y todo buen sendero. | Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino. |
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. | Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. |
Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: «No temas, yo te ayudaré». | Porque yo soy el Señor, tu Dios, que sostiene tu mano derecha; yo soy quien te dice: “No temas, yo te ayudaré”. |
Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento. | Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento. |
Debéis guardar diligentemente los mandamientos del Señor vuestro Dios, y sus testimonios y estatutos que te ha mandado. | Cumple cuidadosamente los mandamientos del Señor tu Dios, y los mandatos y preceptos que te ha dado. |
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros. | De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros. |
El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo. | El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo. |
Pero Él dijo: Al contrario, dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan. | Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. |
Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida. | Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. |
El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente. | El necio desdeña la corrección de su padre; el que la acepta demuestra prudencia. |
En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos. | Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. |
La mano de los diligentes gobernará, pero la indolencia será sujeta a trabajos forzados. | El de manos diligentes gobernará; pero el perezoso será subyugado. |
No seáis perezosos en lo que requiere diligencia; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. | Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu. |
La fortuna obtenida con fraude disminuye, pero el que la recoge con trabajo la aumenta. | El dinero mal habido pronto se acaba; quien ahorra, poco a poco se enriquece. |
¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y Él pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles? | ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles? |
Por tanto, diles: «Así dice el Señor Dios: “Ninguna de mis palabras se demorará más. Toda palabra que diga se cumplirá” » —declara el Señor Dios. | Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo. Lo afirma el Señor omnipotente”. |
Él que ama el dinero no se saciará de dinero, y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad. | Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente. ¡También esto es absurdo! |
Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron. | Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen. |
Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. | Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil. |
He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso. | ¡Cuán dichoso es el hombre a quien Dios corrige! No menosprecies la disciplina del Todopoderoso. |
Vuelve y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: «Así dice el Señor, Dios de tu padre David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas; he aquí, te sanaré. Al tercer día subirás a la casa del Señor.”» | Regresa y dile a Ezequías, gobernante de mi pueblo, que así dice el Señor, Dios de su antepasado David: “He escuchado tu oración y he visto tus lágrimas. Voy a sanarte, y en tres días podrás subir al templo del Señor.” |
Yo establezco mi pacto con vosotros, y nunca más volverá a ser exterminada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra. | Este es mi pacto con ustedes: Nunca más serán exterminados los seres humanos por un diluvio; nunca más habrá un diluvio que destruya la tierra. |
Versículo de la Biblia del día
Él que anda en integridad anda seguro,mas el que pervierte sus caminos será descubierto.