Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado». | La Escritura dice: «Todo aquel que en él cree, no será defraudado». |
¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? | ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? |
Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado. | Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. |
De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia. | Pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. |
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. | Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. |
El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra. | El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y el honor. |
El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. | En las muchas palabras no falta pecado; el que refrena sus labios es prudente. |
Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano. | Y nosotros tenemos este mandamiento de él: «El que ama a Dios, ame también a su hermano.» |
Quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos. Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! | Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. |
El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera. | El que posee entendimiento ama su alma; el que cuida la inteligencia hallará el bien. |
El que atiende a la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor! | El entendido en la palabra hallará el bien; el que confía en Jehová es bienaventurado. |
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. | El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. |
¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible. | Jesús le dijo: —Si puedes creer, al que cree todo le es posible. |
El de labios mentirosos disimula su odio, y el que propaga calumnias es un necio. | El de labios mentirosos encubre el odio; el que propaga la calumnia es un necio. |
Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente. | Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. |
El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio. | El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es un ignorante. |
Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el Señor sale bien librado. | El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo. |
El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos. | El que encubre la falta busca la amistad; el que la divulga, aparta al amigo. |
El malvado obtiene ganancias ilusorias; el que siembra justicia asegura su ganancia. | El malvado obra con falsedad; el que siembra justicia obtendrá firme galardón. |
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. | Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. |
El que da testimonio de estas cosas, dice: «Sí, vengo pronto». Amén. ¡Ven, Señor Jesús! | El que da testimonio de estas cosas dice: «Ciertamente vengo en breve.» ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús! |
El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. | El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. |
El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios. | El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que se niega a creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. |
El que cumple el mandamiento cumple consigo mismo; el que descuida su conducta morirá. | El que guarda el mandamiento guarda su vida, pero morirá el que menosprecia los caminos de Jehová. |
Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa. | Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. |
Versículo de la Biblia del día
Pon tu esperanza en el Señor;ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor!