- Y el Señor nos mandó que observáramos todos estos estatutos, y que temiéramos siempre al Señor nuestro Dios para nuestro bien y para preservarnos la vida, como hasta hoy.
- Por tanto, no durmamos como los demás, sino estemos alerta y seamos sobrios.
- El Señor estará con vosotros mientras vosotros estéis con Él. Y si le buscáis, se dejará encontrar por vosotros; pero si le abandonáis, os abandonará.
- Pero ahora Él ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.
- ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!
- Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.
- En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
- Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas.
- Bendeciré al Señor en todo tiempo;
continuamente estará su alabanza en mi boca. - Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados.
- Debéis guardar diligentemente los mandamientos del Señor vuestro Dios, y sus testimonios y estatutos que te ha mandado.
- El temor al hombre es un lazo,
pero el que confía en el Señor estará seguro. - Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
- Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.
- ¿Adónde me iré de tu Espíritu,
o adónde huiré de tu presencia?
Si subo a los cielos, he aquí, allí estás tú;
si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú. - Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto.
- Yo establezco mi pacto con vosotros, y nunca más volverá a ser exterminada toda carne por las aguas del diluvio, ni habrá más diluvio para destruir la tierra.
- Los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos atentos a su clamor. - Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él. Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos.
- Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá.
- Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que no nos deje ni nos abandone.
- Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad.
- El que edifica en los cielos sus altos aposentos,
y sobre la tierra ha establecido su bóveda;
el que llama a las aguas del mar
y las derrama sobre la faz de la tierra:
el Señor es su nombre. - El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento mayor que estos.
- Estad alerta, permaneced firmes en la fe, portaos varonilmente, sed fuertes.
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Versículo de la Biblia del día
El temor al hombre es un lazo,pero el que confía en el Señor estará seguro.