- Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí. - Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó;
varón y hembra los creó. - Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo.
- Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
- Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
- Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
- Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
- En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti. - Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
- Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
- Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
- Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
- Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
- Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
- El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
- No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
- Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
- Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
- Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
- Porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
- Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
- El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
- Para que con gozo llegue a vosotros por la voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros.
- Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
- Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
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