- Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. - Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos.
- El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado,
Y tu ley está en medio de mi corazón. - No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
Aparta tu pie del mal. - Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
- No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
- Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
El guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra. - Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie.
- El que posee entendimiento ama su alma;
El que guarda la inteligencia hallará el bien. - Lavaos y limpiaos;
quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos;
dejad de hacer lo malo. - Y no nos metas en tentación,
mas líbranos del mal;
porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén. - El entendido en la palabra hallará el bien,
Y el que confía en Jehová es bienaventurado. - El que halla esposa halla el bien,
Y alcanza la benevolencia de Jehová. - Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.
- No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos. - El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.
- Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.
- Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.
- Contentamiento es a los hombres hacer misericordia;
Pero mejor es el pobre que el mentiroso. - Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
Y sus oídos atentos a sus oraciones;
Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. - El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
- Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
- Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días. - Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
- En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
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