Ni presentéis los miembros de vuestro cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. | No ofrezcan los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de injusticia; al contrario, ofrézcanse más bien a Dios como quienes han vuelto de la muerte a la vida, presentando los miembros de su cuerpo como instrumentos de justicia. |
De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído. | Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley han roto con Cristo; han caído de la gracia. |
Porque el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. | El fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. |
Es el Todopoderoso; no le podemos alcanzar; Él es grande en poder, y no pervertirá el juicio ni la abundante justicia. | El Todopoderoso no está a nuestro alcance; excelso es su poder. Grandes son su justicia y rectitud; ¡a nadie oprime! |
Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica. | «Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo. |
Solo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo? | No hay más que un solo legislador y juez, aquel que puede salvar y destruir. Tú, en cambio, ¿quién eres para juzgar a tu prójimo? |
El impío pide prestado y no paga, mas el justo es compasivo y da. | Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad. |
Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo. | Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo. |
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. | No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad. |
El Señor abre los ojos a los ciegos, el Señor levanta a los caídos, el Señor ama a los justos. | El Señor da vista a los ciegos, el Señor sostiene a los agobiados, el Señor ama a los justos. |
Abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, que tendrá de él compasión, al Dios nuestro, que será amplio en perdonar. | Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de él recibirá misericordia. |
Regocíjate sobremanera, hija de Sión. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna. | ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna. |
Ahora pues, que el temor del Señor esté sobre vosotros; tened cuidado en lo que hacéis, porque con el Señor nuestro Dios no hay injusticia ni acepción de personas ni soborno. | Por eso, teman al Señor y tengan cuidado con lo que hacen, porque el Señor nuestro Dios no admite la injusticia ni la parcialidad ni el soborno. |
Y cuando Él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. | Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio. |
Buscad al Señor, vosotros todos, humildes de la tierra que habéis cumplido sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad. Quizá seréis protegidos el día de la ira del Señor. | Busquen al Señor, todos los humildes de la tierra, los que han puesto en práctica sus normas. Busquen la justicia, busquen la humildad; tal vez encontrarán refugio en el día de la ira del Señor. |
Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. | Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio. |
Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno. | Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. |
Versículo de la Biblia del día
En cuanto a Dios, su camino es perfecto;acrisolada es la palabra del Señor;
Él es escudo a todos los que a Él se acogen.