- Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
- Pues Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia. Nos concedió este favor en Cristo Jesús antes del comienzo del tiempo.
Versículo de la Biblia del día
El futuro de los justos es halagüeño;la esperanza de los malvados se desvanece.