A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados.
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.