Versículos de la Biblia sobre 'La'
- Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso, y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia y la humildad.
- Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
- Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- El que atiende a la corrección va camino a la vida;
el que la rechaza se pierde. - Pelea la buena batalla de la fe; haz tuya la vida eterna, a la que fuiste llamado y por la cual hiciste aquella admirable declaración de fe delante de muchos testigos.
- La hierba se seca y la flor se marchita,
pero la palabra de nuestro Dios
permanece para siempre. - No me llega aún la palabra a la lengua
cuando tú, Señor, ya la sabes toda. - En el día de la ira de nada sirve ser rico,
pero la justicia libra de la muerte. - La respuesta amable calma el enojo,
pero la agresiva echa leña al fuego. - Recompensa de la humildad y del temor del Señor
son las riquezas, la honra y la vida. - En la lengua hay poder de vida y muerte;
quienes la aman comerán de su fruto. - Con el orgullo viene el oprobio;
con la humildad, la sabiduría. - El Señor ama la justicia y el derecho;
llena está la tierra de su amor. - Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.
- No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano.
- La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.
- Y dijo Dios: «¡Que haya luz!». Y la luz llegó a existir.
- Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.
- El que va tras la justicia y el amor
halla vida, prosperidad y honra. - Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.
- Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la ley; y todos los que han pecado conociendo la ley por la ley serán juzgados.
- Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
- Una vez más Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: —Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- Aleja de tu corazón el enojo, y echa fuera de tu ser la maldad, porque confiar en la juventud y en la flor de la vida es un absurdo.
- Engañoso es el encanto y pasajera la belleza;
la mujer que teme al Señor es digna de alabanza. - El que ama la disciplina ama el conocimiento,
pero el que la aborrece es un necio. - Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos los que creen. De hecho, no hay distinción.
- No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad?
- El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.
- Tuyos son, Señor,
la grandeza y el poder,
la gloria, la victoria y la majestad.
Tuyo es todo cuanto hay
en el cielo y en la tierra.
Tuyo también es el reino,
y tú estás por encima de todo. - Huye de las malas pasiones de la juventud, y esmérate en seguir la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con los que invocan al Señor con un corazón limpio.
- El temor del Señor imparte sabiduría;
la humildad precede a la honra. - Así que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la palabra de Cristo.
- Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.
- La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
- Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes. - La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte.
- Que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga. - El temor del Señor es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. - Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
- El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.
- Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
- Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
- Todo el que comete pecado quebranta la ley; de hecho, el pecado es transgresión de la ley.
- Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.
- Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»
- En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.
- Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración.
- Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
pero la justicia libra de la muerte.
Versículo de la Biblia del día
Me pregunto:«¿Qué es el hombre, para que en él pienses?
¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»
Versículo de la Biblia al Azar
¿Por qué voy a inquietarme?¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza,
y todavía lo alabaré.
¡Él es mi Salvador y mi Dios!Siguiente versículo!Con imagen