No hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse.
Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.
Porque nada hay encubierto que no haya de descubrirse, ni oculto que no haya de saberse.
Y nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse.
Versículo de la Biblia del día
A ti, Señor, elevo mi clamordesde las profundidades del abismo.
Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.