DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'Nada'

  • Porque para Dios no hay nada imposible.
  • No hay nada encubierto que no llegue a revelarse, ni nada escondido que no llegue a conocerse.
  • Porque nada trajimos a este mundo, y nada podemos llevarnos. Así que, si tenemos ropa y comida, contentémonos con eso.
  • ¿A quién tengo en el cielo sino a ti?
    Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.
  • Por medio de él todas las cosas fueron creadas;
    sin él, nada de lo creado llegó a existir.
  • En verdad, nada hace el Señor omnipotente
    sin antes revelar sus designios
    a sus siervos los profetas.
  • Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.
  • Plata refinada es la lengua del justo;
    el corazón del malvado no vale nada.
  • En el día de la ira de nada sirve ser rico,
    pero la justicia libra de la muerte.
  • Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar,
    y nada los hace tropezar.
  • El Señor es mi pastor, nada me falta;
    en verdes pastos me hace descansar.
    Junto a tranquilas aguas me conduce.
  • Me doy prisa, no tardo nada
    para cumplir tus mandamientos.
  • No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
  • ¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.
  • De modo que, en cuanto a comer lo sacrificado a los ídolos, sabemos que un ídolo no es absolutamente nada, y que hay un solo Dios.
  • Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
  • Aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo.
  • Siempre tengo presente al Señor;
    con él a mi derecha, nada me hará caer.
  • Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad.
  • Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.
  • La bendición del Señor trae riquezas,
    y nada se gana con preocuparse.
  • Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.
  • En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.
  • Al oír esto, Jesús le dijo a Jairo: —No tengas miedo; cree nada más, y ella será sanada.
  • Las riquezas mal habidas no sirven de nada,
    pero la justicia libra de la muerte.
  • Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.
  • En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé ningún perfume.
  • Los leoncillos se debilitan y tienen hambre,
    pero a los que buscan al Señor nada les falta.
  • No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.
  • Por la poca fe que tienen —les respondió—. Les aseguro que, si tuvieran fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrían decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible.
  • No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.
  • Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
  • Ustedes saben que no he vacilado en predicarles todo lo que les fuera de provecho, sino que les he enseñado públicamente y en las casas.
  • Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos del cuerpo, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
  • No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley.
  • Luego Nehemías añadió: «Ya pueden irse. Coman bien, tomen bebidas dulces y compartan su comida con quienes no tengan nada, porque este día ha sido consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza».
  • «Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine.
  • De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros.
  • Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada.
  • No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
  • Yo sé que nada hay mejor para el hombre que alegrarse y hacer el bien mientras viva; y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.
  • También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse.
  • Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios, pero los malvados seguirán en su maldad. Ninguno de ellos entenderá nada, pero los sabios lo entenderán todo.
  • No tengan nada que ver con las obras infructuosas de la oscuridad, sino más bien denúncienlas, porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto.
  • Y Moisés se quedó en el monte, con el Señor, cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber nada. Allí, en las tablas, escribió los términos del pacto, es decir, los diez mandamientos.
  • ¿Tampoco ustedes pueden entenderlo? —les dijo—. ¿No se dan cuenta de que nada de lo que entra en una persona puede contaminarla? Porque no entra en su corazón, sino en su estómago, y después va a dar a la letrina. Con esto Jesús declaraba limpios todos los alimentos.
  • Nada hay tan engañoso como el corazón.
    No tiene remedio.
    ¿Quién puede comprenderlo?
    «Yo, el Señor, sondeo el corazón
    y examino los pensamientos,
    para darle a cada uno según sus acciones
    y según el fruto de sus obras».
  • Todo el día se lo pasa codiciando,
    pero el justo da con generosidad.
  • De igual manera, ustedes esposos, sean comprensivos en su vida conyugal, tratando cada uno a su esposa con respeto, ya que como mujer es más delicada, y ambos son herederos del grato don de la vida. Así nada estorbará las oraciones de ustedes.
  • Tal como salió del vientre de su madre, así se irá: desnudo como vino al mundo, y sin llevarse el fruto de tanto trabajo.