Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él. | Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. |
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que Él ha enviado. | Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús. |
Y no nos cansemos de hacer el bien, pues a su tiempo, si no nos cansamos, segaremos. | No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. |
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. | Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores. |
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. | Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. |
Porque el Señor da sabiduría, de su boca vienen el conocimiento y la inteligencia. | Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. |
Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres. | La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres. |
Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. | Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. |
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo. | Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. |
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre. | Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre. |
Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. | Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. |
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los impíos oculta violencia. | El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia. |
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! | Entonces, ¿qué? ¿Vamos a pecar porque no estamos ya bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ninguna manera! |
Guardarás, pues, los mandamientos del Señor tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle. | Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos. |
Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz. | La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. |
No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. | No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. |
Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones. | Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. |
Para el abatido, debe haber compasión de parte de su amigo; no sea que abandone el temor del Todopoderoso. | Aunque uno se aparte del temor al Todopoderoso, el amigo no le niega su lealtad. |
Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia. | Así el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, porque ya no están bajo la ley, sino bajo la gracia. |
Por la palabra del Señor fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca. | Por la palabra del Señor fueron creados los cielos, y por el soplo de su boca, las estrellas. |
No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. | No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. |
Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. | Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. |
Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. | ¿Y qué mérito tienen ustedes al hacer bien a quienes les hacen bien? Aun los pecadores actúan así. |
Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. | Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí. |
Si decimos que tenemos comunión con Él, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. | Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad. |
Versículo de la Biblia del día
En cuanto a Dios, su camino es perfecto;acrisolada es la palabra del Señor;
Él es escudo a todos los que a Él se acogen.