Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. | Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. |
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. | Danos hoy el pan nuestro de cada día. |
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Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya. | Todo lo que respira alabe al Señor. ¡Aleluya! |
El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. | El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. |
Por lo cual no resbalará jamás; En memoria eterna será el justo. | Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo. |
Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. | Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso. |
El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. | El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. |
Jehová está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre. | El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? |
¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? | ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos sin que se quemen sus pies? |
Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. | Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. |
¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero? | ¿Pues qué si vierais al Hijo del Hombre ascender adonde antes estaba? |
El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. | Solo Él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. |
Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. | Este pobre clamó, y el Señor le oyó, y lo salvó de todas sus angustias. |
Los labios del necio traen contienda; Y su boca los azotes llama. | Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes. |
Extendí mis manos a ti, Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah | A ti extiendo mis manos; mi alma te anhela como la tierra sedienta. (Selah) |
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. | Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. |
Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. | Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. |
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. | Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. |
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. | Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. |
Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. | Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. |
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. | Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. |
Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. | Venid, adoremos y postrémonos; doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor. |
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. | Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, pues ellos serán saciados. |
Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de los hijos, sus padres. | Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres. |
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. | Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él. |