Versículos de la Biblia sobre 'Come'
- El que come de todo no menosprecie al que no come, y el que no come no juzgue al que come, porque Dios lo ha recibido.
- El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
- Así como me envió el Padre viviente y yo vivo por el Padre, también el que me come vivirá por mí.
- Anda, come tu pan con gozo
y bebe tu vino con alegre corazón,
porque tus obras ya son agradables a Dios. - Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
- Y el que da semilla al que siembra y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia.
- El que sabe hacer lo bueno y no lo hace, comete pecado.
- De entre los que viven en el agua, estos podréis comer: todo lo que tiene aletas y escamas. Pero no comeréis lo que no tiene aletas y escama; os será inmundo.
- El camino de Jehová es fortaleza para el perfecto,
pero destrucción para los que cometen maldad. - Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
- Cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como también sobre nosotros al principio.
- La muerte y la vida están en poder de la lengua;
el que la ama, comerá de sus frutos. - Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: «¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado!»
- Todo aquel que comete pecado, infringe también la Ley, pues el pecado es infracción de la Ley.
- Oísteis que fue dicho: “No cometerás adulterio.” Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
- Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
- No os angustiéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido.
- Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos actuado impíamente, hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas.
- Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablaran.
- Por eso, Cristo es mediador de un nuevo pacto, para que, interviniendo muerte para la remisión de los pecados cometidos bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
- Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
- Respondiendo, les decía: —El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
- Pero si el impío se aparta de todos sus pecados que cometió, y guarda todos mis estatutos y actúa conforme al derecho y la justicia, de cierto vivirá: no morirá.
- Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; pero el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
- Mientras comían, tomó Jesús el pan, lo bendijo, lo partió y dio a sus discípulos, diciendo: —Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
- Y si repartiera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
- ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia para que oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si ha cometido pecados, le serán perdonados.
- Después dijo Dios: «Mirad, os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, así como todo árbol en que hay fruto y da semilla. De todo esto podréis comer.»
- Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?
- Aconteció que al pasar él por los sembrados un sábado, sus discípulos, mientras andaban, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: —Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito? Pero él les dijo: —¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre, él y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban? También les dijo: —El sábado fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del sábado. Por tanto, el Hijo del hombre es Señor aun del sábado.
- He aquí, pues, el bien que he visto: que lo bueno es comer y beber, y gozar de los frutos de todo el trabajo con que uno se fatiga debajo del sol todos los días de la vida que Dios le ha dado, porque ésa es su recompensa.
- Luego les dijo: «Id, comed alimentos grasos, bebed vino dulce y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque éste es día consagrado a nuestro Señor. No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza.»
- Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por eso Dios los entregó a pasiones vergonzosas, pues aun sus mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Del mismo modo también los hombres, dejando la relación natural con la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Como ellos no quisieron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para hacer cosas que no deben.
- Si retraes del sábado tu pie,
de hacer tu voluntad en mi día santo,
y lo llamas “delicia”,
“santo”, “glorioso de Jehová”,
y lo veneras, no andando en tus propios caminos
ni buscando tu voluntad ni hablando tus propias palabras,
entonces te deleitarás en Jehová.
Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra
y te daré a comer la heredad de tu padre Jacob.
La boca de Jehová lo ha hablado.
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