Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. | Te alabaré con integridad de corazón, cuando aprenda tus justos juicios. |
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. | Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. |
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El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos. | El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor. |
Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. | Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. |
Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. | Yo te busco con todo el corazón; no dejes que me desvíe de tus mandamientos. |
Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. | Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. |
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. | Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. |
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá. | El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre. |
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. | Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. |
Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan. | Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan. |
La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra. | La angustia abate el corazón del hombre, pero una palabra amable lo alegra. |
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. | Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí. |
No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra. | Al necio no le complace el discernimiento; tan solo hace alarde de su propia opinión. |
Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón. | Cobren ánimo y ármense de valor, todos los que en el Señor esperan. |
Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada. | Plata refinada es la lengua del justo; el corazón del malvado no vale nada. |
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. | Tus estatutos son mi herencia permanente; son el regocijo de mi corazón. |
El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. | Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos. |
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. | Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. |
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá. | El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor. |
Como en el agua el rostro corresponde al rostro, Así el corazón del hombre al del hombre. | En el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la persona. |
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. | Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? «Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras». |
La esperanza que se demora es tormento del corazón; Pero árbol de vida es el deseo cumplido. | La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida. |
Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre. | Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón para temer tu nombre. |
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. | “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—. |
En sus pastos se saciaron, y repletos, se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí. | Les di de comer, y quedaron saciados, y una vez satisfechos, se volvieron arrogantes y se olvidaron de mí. |