Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. | Porque el Señor da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. |
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. | Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. |
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Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. | Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. |
Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. | En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. |
Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; Y adquirir inteligencia vale más que la plata. | Más vale adquirir sabiduría que oro; más vale adquirir inteligencia que plata. |
Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que estos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. | Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas. |
Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. | Compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo, aprovechando al máximo cada momento oportuno. Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno. |
Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría. | El orgullo solo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos. |
El que posee entendimiento ama su alma; El que guarda la inteligencia hallará el bien. | El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera. |
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. | Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio. |
El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad. | El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. |
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. | ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. |
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría. | Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. |
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. | Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. |
El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad. | El temor del Señor imparte sabiduría; la humildad precede a la honra. |
Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; Mas con los humildes está la sabiduría. | Con el orgullo viene el oprobio; con la humildad, la sabiduría. |
Porque el que me halle, hallará la vida, Y alcanzará el favor de Jehová. | En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor. |
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. | Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. |
No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra. | Al necio no le complace el discernimiento; tan solo hace alarde de su propia opinión. |
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él. | Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. |
Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia. | La sabiduría es lo primero. ¡Adquiere sabiduría! Por sobre todas las cosas, adquiere discernimiento. |
El sabio de corazón recibirá los mandamientos; Mas el necio de labios caerá. | El de sabio corazón acata las órdenes, pero el necio y rezongón va camino al desastre. |
También esto salió de Jehová de los ejércitos, para hacer maravilloso el consejo y engrandecer la sabiduría. | También esto viene del Señor Todopoderoso, admirable por su consejo y magnífico por su sabiduría. |
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. | ¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. |
A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey. | A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey! |