Pero él dijo: —¡Antes bien, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la obedecen! | Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. |
Jesús le dijo: —Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron. | Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron. |
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Pero también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os inquietéis. | Mas también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os conturbéis. |
Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación. | Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. |
Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios. | Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. |
Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. | Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. |
Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón lo buscan. | Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan. |
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. | Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. |
Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. | Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. |
Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él! | Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él. |
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. | Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. |
Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la Ley de Jehová. | Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. |
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. | Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. |
Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os aparten de sí, os insulten y desechen vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. | Bienaventurados seréis cuando los hombres os aborrezcan, y cuando os aparten de sí, y os vituperen, y desechen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. |
Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. | Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. |
Sin embargo, Jehová esperará para tener piedad de vosotros. A pesar de todo, será exaltado y tendrá de vosotros misericordia, porque Jehová es Dios justo. ¡Bienaventurados todos los que confían en él! | Por tanto, Jehová esperará para tener piedad de vosotros, y por tanto, será exaltado teniendo de vosotros misericordia; porque Jehová es Dios justo; bienaventurados todos los que confían en él. |
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años. | Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. |
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. | En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. |
Panal de miel son los dichos suaves, suavidad para el alma y medicina para los huesos. | Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos. |
¡Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Jehová, roca mía y redentor mío! | Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. |