Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. | Porque tú, Dios, nos probaste; nos purificaste como se purifica la plata. |
Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. | Jesús le dijo: —¡Suéltame!, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: “Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” |
|
!!Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. | ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. |
Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. | El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. |
A Jehová cantaré en mi vida; A mi Dios cantaré salmos mientras viva. | A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva. |
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. | Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. |
Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; Sobre toda la tierra sea tu gloria. | ¡Exaltado seas, Dios, sobre los cielos! ¡Sobre toda la tierra sea tu gloria! |
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. | Sométase toda persona a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. |
Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. | Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. |
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. | Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. |
Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? | Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? |
Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. | ¡Nadie os engañe de ninguna manera!, pues no vendrá sin que antes venga la apostasía y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto, que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. |
Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. | Por tanto, tú te has engrandecido, Jehová Dios; por cuanto no hay como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. |
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. | Y Jehová Dios hizo para el hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió. |
Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio. | Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio. |
A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer. | A Dios nadie lo ha visto jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer. |
¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? | ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? |
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? | ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? |
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. | Toda casa es hecha por alguien; pero el que hizo todas las cosas es Dios. |
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. | ¡Crea en mí, Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí! |
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. | El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu Ley está en medio de mi corazón. |
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. | Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. |
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. | El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. |
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. | Amados, si Dios así nos ha amado, también debemos amarnos unos a otros. |