Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. | Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. |
Mejor es lo poco con el temor de Jehová, Que el gran tesoro donde hay turbación. | Mejor es lo poco con el temor de Jehová, que un gran tesoro donde hay turbación. |
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Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera. | Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera. |
Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. | Pero el ángel les dijo: —No temáis, porque yo os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. |
Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. | Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: —Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Habiendo dicho esto, expiró. |
!!Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti. | ¡Ah, Señor Jehová!, tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido. Nada hay que sea difícil para ti. |
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. | En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: —Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. |
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). | Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). |
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. | Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable y yo te he amado; daré, pues, hombres a cambio de ti y naciones a cambio de tu vida. |
Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. | Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. |
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. | En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió y como a novia adornada con sus joyas. |
El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad. | El que tarda en airarse es grande de entendimiento; el impaciente de espíritu pone de manifiesto su necedad. |
Mucho se alegrará el padre del justo, Y el que engendra sabio se gozará con él. | Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra a un sabio se gozará con él. |
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Que el Dios de paz, que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. | Y oí una gran voz del cielo, que decía: «El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron.» |
Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos. | Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos. |
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. | Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa. |
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; Sálvame por tu misericordia. | Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; ¡sálvame por tu misericordia! |
Mejor es lo poco con justicia Que la muchedumbre de frutos sin derecho. | Mejor es lo poco con justicia que las muchas ganancias sin derecho. |
Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti. | ¡Sea tu misericordia, Jehová, sobre nosotros, según esperamos en ti! |
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. | Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él. |
He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia. | El ojo de Jehová está sobre los que lo temen, sobre los que esperan en su misericordia. |
Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. | Mucha paz tienen los que aman tu Ley, y no hay para ellos tropiezo. |
Aclamad a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna. | Aclamad a Jehová, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna. |
El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos. | El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos. |