- Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos.
- La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime,
mas la buena palabra lo alegra. - Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.
- El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará.
- La justicia engrandece a la nación,
pero el pecado es afrenta para los pueblos. - No estéis unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?
- ¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo!
- La vid se seca,
y se marchita la higuera;
también el granado, la palmera y el manzano,
todos los árboles del campo se secan.
Ciertamente se seca la alegría
de los hijos de los hombres. - Él es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
- Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.
- Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
- La lengua apacible es árbol de vida,
mas la perversidad en ella quebranta el espíritu. - Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.
- Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.
- Los cielos proclaman la gloria de Dios,
y la expansión anuncia la obra de sus manos.
Un día transmite el mensaje al otro día,
y una noche a la otra noche revela sabiduría. - La esperanza de los justos es alegría,
pero la expectación de los impíos perecerá. - Aun antes de que haya palabra en mi boca,
he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. - Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir:
Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. - Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
- Porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia.
- En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
- Aparta de ti la boca perversa,
y aleja de ti los labios falsos. - Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros.
Confirma, pues, sobre nosotros la obra de nuestras manos;
sí, la obra de nuestras manos confirma. - Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
- El temor del Señor es aborrecer el mal.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
y la boca perversa, yo aborrezco.
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