Versículos de la Biblia sobre 'Lengua'
- Con mi boca clamé a Él,
y ensalzado fue con mi lengua. - Guarda tu lengua del mal,
y tus labios de hablar engaño. - Libra mi alma, Señor, de labios mentirosos,
y de lengua engañosa. - Y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
- La lengua apacible es árbol de vida,
mas la perversidad en ella quebranta el espíritu. - Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
- Muerte y vida están en poder de la lengua,
y los que la aman comerán su fruto. - La lengua del justo es plata escogida,
pero el corazón de los impíos es poca cosa. - Porque está escrito:
Vivo yo —dice el Señor— que ante mí se doblará toda rodilla,
y toda lengua alabará a Dios. - Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana.
- Pues
El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño.
Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala. - El que anda en integridad y obra justicia,
que habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
no hace mal a su prójimo,
ni toma reproche contra su amigo. - Aun antes de que haya palabra en mi boca,
he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda. - Ningún arma forjada contra ti prosperará,
y condenarás toda lengua que se alce contra ti en juicio.
Esta es la herencia de los siervos del Señor,
y su justificación viene de mí —declara el Señor. - En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. Y gritando, dijo: «Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama».
- En las muchas palabras, la transgresión es inevitable,
mas el que refrena sus labios es prudente. - Él que guarda su boca, preserva su vida;
el que mucho abre sus labios, termina en ruina. - Y se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse.
- Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.
- Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y hablaban en lenguas y profetizaban.
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