Versículos de la Biblia sobre 'Palabras'
- El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
- La exposición de tus palabras alumbra;
 hace entender a los sencillos.
- Toda labor da su fruto;
 mas las vanas palabras empobrecen.
- Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho.
- Las palabras del sabio están llenas de gracia,
 mas los labios del necio causan su propia ruina.
- Nunca me separé del mandamiento de sus labios,
 sino que guardé las palabras de su boca más que mi comida.
- En las muchas palabras no falta pecado;
 el que refrena sus labios es prudente.
- Las palabras del chismoso son como bocados suaves
 que penetran hasta las entrañas.
- A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca.
- ¡Volveos a mi reprensión!,
 pues ciertamente yo derramaré mi espíritu sobre vosotros
 y os haré saber mis palabras.
- Hijo mío, está atento a mis palabras;
 inclina tu oído a mis razones.
 Que no se aparten de tus ojos;
 guárdalas en lo profundo de tu corazón.
- Diles, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová, el Señor.”
- Llevad con vosotros palabras de súplica,
 volved a Jehová y decidle:
 «Quita toda iniquidad,
 acepta lo bueno,
 te ofreceremos la ofrenda de nuestros labios.»
- Moisés estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan ni bebió agua. Y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.
- Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino, al acostarte y cuando te levantes.
- Escucha, hijo mío, recibe mis razones
 y se te multiplicarán los años de tu vida.
- Panal de miel son los dichos suaves,
 suavidad para el alma y medicina para los huesos.
- Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia,
 no te olvides de ella ni te apartes de las razones de mi boca.
- ¡Sean gratos los dichos de mi boca
 y la meditación de mi corazón delante de ti,
 Jehová, roca mía y redentor mío!
- Si retraes del sábado tu pie,
 de hacer tu voluntad en mi día santo,
 y lo llamas “delicia”,
 “santo”, “glorioso de Jehová”,
 y lo veneras, no andando en tus propios caminos
 ni buscando tu voluntad ni hablando tus propias palabras,
 entonces te deleitarás en Jehová.
 Yo te haré subir sobre las alturas de la tierra
 y te daré a comer la heredad de tu padre Jacob.
 La boca de Jehová lo ha hablado.
- La suma de tu palabra es verdad,
 y eterno es todo juicio de tu justicia.
- Aparta de ti la perversidad de la boca,
 aleja de ti la iniquidad de los labios.
- Si no conviene al necio el lenguaje elocuente,
 ¡cuánto menos al príncipe el labio mentiroso!
- El de corazón sabio recibe los mandamientos,
 mas el de labios necios va a su ruina.
- Vanidad y mentira aparta de mí,
 y no me des pobreza ni riquezas,
 sino susténtame con el pan necesario.
- Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
- Yo estoy próximo a entrar hoy por el camino que recorren todos. Reconoced, pues, con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, que no ha faltado ni una sola de todas las bendiciones que Jehová, vuestro Dios, os había dicho; todas se os han cumplido, no ha faltado ninguna de ellas.
- Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
- Goteará como la lluvia mi enseñanza;
 destilará como el rocío mi razonamiento,
 como la llovizna sobre la grama,
 como las gotas sobre la hierba.
- Porque: «No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás», y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.»
- De igual manera, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
- Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: —Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
- Los bendijo Dios y les dijo: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de los cielos y todas las bestias que se mueven sobre la tierra.»
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Sabiduría ante todo, ¡adquiere sabiduría!Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia!
