No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda. | No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda. |
Cuando yo decía: Mi pie resbala, Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba. | Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh Señor, me sostendrá. |
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No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; Aparta tu pie del mal. | No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. |
¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme. | ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su propio amo está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie. |
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. | Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. |
Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; Pero alegría en el de los que piensan el bien. | Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. |
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento. | Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. |
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. | Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. |
El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos. | La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos. |
Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. | Y el Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió. |
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. | Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras. |
El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. | El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará. |
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. | Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. |
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. | Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. |
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? | ¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y Él pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles? |
Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. | Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. |
Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. | Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. |
¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? | ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos sin que se quemen sus pies? |
Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado. | Si por causa del día de reposo apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al día de reposo delicia, al día santo del Señor, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en el Señor, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca del Señor ha hablado. |
Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. | Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. |
Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro. Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me aparté. | Pero Él sabe el camino que tomo; cuando me haya probado, saldré como el oro. Mi pie ha seguido firme en su senda, su camino he guardado y no me he desviado. |
Examina la senda de tus pies, Y todos tus caminos sean rectos. | Fíjate en el sendero de tus pies, y todos tus caminos serán establecidos. |
Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. | Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular. |
Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. | Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios. |
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. | Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. |