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Versículos de la Biblia sobre 'Pie'

  • ¿Quién eres tú para juzgar al criado de otro? Para su propio amo está en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque poderoso es el Señor para sostenerlo en pie.
  • No permitirá que tu pie resbale;
    no se adormecerá el que te guarda.
  • Si digo: Mi pie ha resbalado,
    tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.
  • No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
    aparta tu pie del mal.
  • Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.
  • Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «Dios, ten piedad de mí, pecador».
  • Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular.
  • Pero Él sabe el camino que tomo;
    cuando me haya probado, saldré como el oro.
    Mi pie ha seguido firme en su senda,
    su camino he guardado y no me he desviado.
  • Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
  • Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron a los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno según sus obras.
  • Lámpara es a mis pies tu palabra,
    y luz para mi camino.
  • Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento.
  • ¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y Él pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?
  • Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios.
  • Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
  • Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ese la salvará.
  • Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de vosotros que no piense más alto de sí que lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.
  • Si por causa del día de reposo apartas tu pie
    para no hacer lo que te plazca en mi día santo,
    y llamas al día de reposo delicia, al día santo del Señor, honorable,
    y lo honras, no siguiendo tus caminos,
    ni buscando tu placer,
    ni hablando de tus propios asuntos,
    entonces te deleitarás en el Señor,
    y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra,
    y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob;
    porque la boca del Señor ha hablado.
  • Arrepentíos y apartaos de todas vuestras transgresiones, para que la iniquidad no os sea piedra de tropiezo.
  • Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
  • Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.
  • Y el Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió.
  • Fíjate en el sendero de tus pies,
    y todos tus caminos serán establecidos.
  • Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
  • Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad.
  • ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos
    sin que se quemen sus pies?
  • Y Él os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: esto es, los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra.
  • Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna.
  • Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.
  • Porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y también para la futura.
  • Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
  • Y el Señor dijo a Moisés: Sube hasta mí, al monte, y espera allí, y te daré las tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instrucción de ellos.
  • Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
  • Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia.
  • El Señor Dios es mi fortaleza;
    Él ha hecho mis pies como los de las ciervas,
    y por las alturas me hace caminar.
  • Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
    conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones.
    Lávame por completo de mi maldad,
    y límpiame de mi pecado.
  • Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de vuestros pies.
    La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
  • Por tanto, el Señor espera para tener piedad de vosotros,
    y por eso se levantará para tener compasión de vosotros.
    Porque el Señor es un Dios de justicia;
    ¡cuán bienaventurados son todos los que en Él esperan!
  • Volverá a compadecerse de nosotros,
    hollará nuestras iniquidades.
    Sí, arrojarás a las profundidades del mar
    todos nuestros pecados.
  • E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
    Él fue manifestado en la carne,
    vindicado en el Espíritu,
    contemplado por ángeles,
    proclamado entre las naciones,
    creído en el mundo,
    recibido arriba en gloria.
  • Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos; sino con buenas obras, como corresponde a las mujeres que profesan la piedad.
  • Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular.
  • Tú me has dado también el escudo de tu salvación;
    tu diestra me sostiene,
    y tu benevolencia me engrandece.
    Ensanchas mis pasos debajo de mí,
    y mis pies no han resbalado.
  • El Señor es lento para la ira y grande en poder,
    y ciertamente el Señor no dejará impune al culpable.
    En el torbellino y la tempestad está su camino,
    y las nubes son el polvo de sus pies.
  • ¡Qué hermosos son sobre los montes
    los pies del que trae buenas nuevas,
    del que anuncia la paz,
    del que trae las buenas nuevas de gozo,
    del que anuncia la salvación,
    y dice a Sión: Tu Dios reina!
  • Pero yo os digo: no juréis de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
  • Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.
  • He aquí, hoy me voy por el camino de toda la tierra, y vosotros sabéis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma que ninguna de las buenas palabras que el Señor vuestro Dios habló acerca de vosotros ha faltado; todas os han sido cumplidas, ninguna de ellas ha faltado.