Versículos de la Biblia sobre 'Pobre'
- Este pobre clamó, y el Señor le oyó,
y lo salvó de todas sus angustias. - Lo que es deseable en un hombre es su bondad,
y es mejor ser pobre que mentiroso. - El rescate de la vida de un hombre está en sus riquezas,
pero el pobre no oye amenazas. - Porque yo libraba al pobre que clamaba,
y al huérfano que no tenía quien le ayudara.
Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer,
y el corazón de la viuda yo llenaba de gozo. - Será también el Señor baluarte para el oprimido,
baluarte en tiempos de angustia. - Abre tu boca, juzga con justicia,
y defiende los derechos del afligido y del necesitado. - Así ha dicho el Señor de los ejércitos: Juicio verdadero juzgad, y misericordia y compasión practicad cada uno con su hermano. «No oprimáis a la viuda, al huérfano, al extranjero ni al pobre, ni traméis el mal en vuestros corazones unos contra otros».
- Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos.
- El rico domina a los pobres,
y el deudor es esclavo del acreedor. - Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano.
No te olvides de los pobres. - Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas,
no me des pobreza ni riqueza;
dame a comer mi porción de pan. - En todo trabajo hay ganancia,
pero el vano hablar conduce solo a la pobreza. - Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sígueme.
- Como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo.
- Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.
- Defended al débil y al huérfano;
haced justicia al afligido y al menesteroso. - El Espíritu del Señor está sobre mí,
porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.
Me ha enviado para proclamar libertad a los cautivos,
y la recuperación de la vista a los ciegos;
para poner en libertad a los oprimidos. - Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.
- El Señor empobrece y enriquece;
humilla y también exalta. - El Espíritu del Señor Dios está sobre mí,
porque me ha ungido el Señor
para traer buenas nuevas a los afligidos;
me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón,
para proclamar libertad a los cautivos
y liberación a los prisioneros.
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