Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. | Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. |
El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado. | El que anda entre sabios será sabio, pero el que se junta con necios saldrá mal parado. |
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En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz. | Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. |
Así que todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas. | Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. |
No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. | No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará. |
La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre. | La hierba se seca y se marchita la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. |
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. | Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso y arrepiéntete. |
Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo. | Si no se ejecuta enseguida la sentencia para castigar una mala obra, el corazón de los hijos de los hombres se dispone a hacer lo malo. |
El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. | El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. |
Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza, y luego se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor!» | Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rasuró la cabeza; luego, postrado en tierra, adoró y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Jehová dio y Jehová quitó: ¡Bendito sea el nombre de Jehová!» |
Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. | Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. |
Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho. | Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. |
No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará. | No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. |
Si alguien se cree religioso, pero no le pone freno a su lengua, se engaña a sí mismo, y su religión no sirve para nada. | Si alguno se cree religioso entre vosotros, pero no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. |
De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. | Las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que, por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. |
Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames. | A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. |
En el agua se refleja el rostro, y en el corazón se refleja la persona. | Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre. |
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. | El fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y velad en oración. |
Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo. Lo afirma el Señor omnipotente”. | Diles, por tanto: “Así ha dicho Jehová, el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová, el Señor.” |
En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». | Porque toda la Ley en esta sola palabra se cumple: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» |
Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos sinsabores. | Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores. |
Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca. | Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. |
Hasta que desde lo alto el Espíritu sea derramado sobre nosotros. Entonces el desierto se volverá un campo fértil, y el campo fértil se convertirá en bosque. | Hasta que sobre nosotros sea derramado el espíritu de lo alto. Entonces el desierto se convertirá en campo fértil y el campo fértil será como un bosque. |
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. | Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. |
Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Todo el que tiene esta esperanza en Cristo se purifica a sí mismo, así como él es puro. | Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. |