La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres. | La vid se marchitó; languideció la higuera; se marchitaron los granados, las palmeras, los manzanos, ¡todos los árboles del campo! ¡Y hasta la alegría de la gente acabó por marchitarse! |
¿Andará el hombre sobre brasas Sin que sus pies se quemen? | ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies? |
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Hierro con hierro se aguza; Y así el hombre aguza el rostro de su amigo. | El hierro se afila con el hierro, y el hombre en el trato con el hombre. |
Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. | En cambio, el recaudador de impuestos, que se había quedado a cierta distancia, ni siquiera se atrevía a alzar la vista al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “¡Oh Dios, ten compasión de mí, que soy pecador!” |
Por tanto, todo lo que habéis dicho en tinieblas, a la luz se oirá; y lo que habéis hablado al oído en los aposentos, se proclamará en las azoteas. | Así que todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad se dará a conocer a plena luz, y lo que han susurrado a puerta cerrada se proclamará desde las azoteas. |
Diles, por tanto: Así ha dicho Jehová el Señor: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice Jehová el Señor. | Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo. Lo afirma el Señor omnipotente”. |
El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño. | El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. |
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. | Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. |
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio, También a mí se me alegrará el corazón. | Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará. |
Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz. | En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz. |
Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. | Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata. |
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. | Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete. |
No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. | No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas. |
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. | Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día. |
Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. | Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. |
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. | El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. |
Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. | Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente. |
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. | Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Todo el que tiene esta esperanza en Cristo se purifica a sí mismo, así como él es puro. |
La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá. | La memoria de los justos es una bendición, pero la fama de los malvados será pasto de los gusanos. |
Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. | De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. |
Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; Mas en la multitud de consejeros se afirman. | Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan. |
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. | Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará. |
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. | El nacimiento de Jesús, el Cristo, fue así: Su madre, María, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo. |
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. | En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». |
Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. | Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho. |