Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia, y quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor. | Francamente, mientras más sabiduría, más problemas; mientras más se sabe, más se sufre. |
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar. | Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar. |
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Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente. | Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. |
Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción. | Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. |
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor. | Muchas son las angustias del justo, pero el Señor lo librará de todas ellas. |
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro. | Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación. |
Pues el Señor tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti. | El Señor tu Dios te bendecirá, como lo ha prometido, y tú podrás darles prestado a muchas naciones, pero no tendrás que pedir prestado de ninguna. Dominarás a muchas naciones, pero ninguna te dominará a ti. |
En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es prudente. | El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. |
Y mostraré mi grandeza y santidad, y me daré a conocer a los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy el Señor. | De esta manera mostraré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante muchas naciones. Entonces sabrán que yo soy el Señor. |
En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. | En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. |
Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. | Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo. |
El lento para la ira tiene gran prudencia, pero el que es irascible ensalza la necedad. | El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez. |
Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo. | Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.» |
Y todo el que compite en los juegos se abstiene de todo. Ellos lo hacen para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. | Todos los deportistas se entrenan con mucha disciplina. Ellos lo hacen para obtener un premio que se echa a perder; nosotros, en cambio, por uno que dura para siempre. |
Pero en tu gran compasión no los exterminaste ni los abandonaste, porque tú eres un Dios clemente y compasivo. | Sin embargo, es tal tu compasión que no los destruiste ni abandonaste, porque eres Dios clemente y compasivo. |
Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. | Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente en la ruina y en la destrucción. |
Mejor es poco con justicia, que gran ganancia con injusticia. | Más vale tener poco con justicia que ganar mucho con injusticia. |
Mejor es lo poco con el temor del Señor, que gran tesoro y turbación con él. | Más vale tener poco, con temor del Señor, que muchas riquezas con grandes angustias. |
Y al orar, no uséis repeticiones sin sentido, como los gentiles, porque ellos se imaginan que serán oídos por su palabrería. | Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que serán escuchados por sus muchas palabras. |