20 de marzo de 2017

Como el ciervo anhela las corrientes de agua,
así suspira por ti, oh Dios, el alma mía.

Cual ciervo jadeante en busca del agua,
así te busca, oh Dios, todo mi ser.

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.

Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
así clama por ti, Dios, el alma mía.

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Señor, todo mi anhelo está delante de ti,
y mi suspiro no te es oculto.

Con toda diligencia guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida.

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