Él que ama la instrucción ama el conocimiento, pero el que odia la reprensión es torpe. | El que ama la instrucción ama la sabiduría; el que aborrece la reprensión es un ignorante. |
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. | Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? |
|
Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros. | Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. |
El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco. | El temor de Jehová es aborrecer el mal: yo aborrezco la soberbia, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa. |
Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación. | Incluso la oración le es abominable al que aparta su oído para no escuchar la Ley. |
Los que amáis al Señor, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; los libra de la mano de los impíos. | Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de manos de los impíos los libra. |
Los labios mentirosos son abominación al Señor, pero los que obran fielmente son su deleite. | Los labios mentirosos son abominables para Jehová, pero le complacen quienes actúan con verdad. |
El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno. | El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo y seguid lo bueno. |
Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. | Ninguno puede servir a dos señores, porque odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. |
Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan. | Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odian; bendecid a los que os maldicen y orad por los que os calumnian. |
No envidies al hombre violento, y no escojas ninguno de sus caminos; porque el hombre perverso es abominación para el Señor; pero Él es amigo íntimo de los rectos. | No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos. Porque Jehová abomina al perverso; su comunión íntima es con los justos. |
Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí, os colman de insultos y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. | Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os aparten de sí, os insulten y desechen vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. |
No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor. | No aborrecerás a tu hermano en tu corazón. Reprenderás a tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo, Jehová. |
Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen. | Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen. |