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Versículos de la Biblia sobre 'Bienaventurado'

Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos.
Dichoso aquel a quien se le perdonan sus transgresiones, a quien se le borran sus pecados.Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.
Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia.¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia!
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos.Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
El que atiende a la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor!El entendido en la palabra hallará el bien; el que confía en Jehová es bienaventurado.
¡Cuán dichoso es el hombre a quien Dios corrige! No menosprecies la disciplina del Todopoderoso.Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; por tanto, no desprecies la reprensión del Todopoderoso.
Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian.Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado el hombre que confía en él!
Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos.Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado.
Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.Bienaventurado el hombre que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.
Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y persevera en ella, no olvidando lo que ha oído, sino haciéndolo, recibirá bendición al practicarla.Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Dichosos y santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.
Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios.
Dichosos los que lloran, porque serán consolados.Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.
Dichosos los que van por caminos perfectos, los que andan conforme a la ley del Señor.Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan en la Ley de Jehová.
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Dichosos los que guardan sus estatutos y de todo corazón lo buscan.Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón lo buscan.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece.Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias.Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.Pero él dijo: —¡Antes bien, bienaventurados los que oyen la palabra de Dios y la obedecen!
Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.Jesús le dijo: —Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.
Dichosos ustedes cuando los odien, cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien por causa del Hijo del hombre.Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os aparten de sí, os insulten y desechen vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre.
Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión. Porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan!Sin embargo, Jehová esperará para tener piedad de vosotros. A pesar de todo, será exaltado y tendrá de vosotros misericordia, porque Jehová es Dios justo. ¡Bienaventurados todos los que confían en él!
¡Dichosos si sufren por causa de la justicia! «No teman lo que ellos temen, ni se dejen asustar».Pero también si alguna cosa padecéis por causa de la justicia, bienaventurados sois. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni os inquietéis.
Tengamos en cuenta que la ley no se ha instituido para los justos, sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos. La ley es para los que maltratan a sus propios padres, para los asesinos, para los adúlteros y los homosexuales, para los traficantes de esclavos, los embusteros y los que juran en falso. En fin, la ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina enseñada por el glorioso evangelio que el Dios bendito me ha confiado.Conociendo esto: que la Ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bienaventurado, que a mí me ha sido encomendado.

Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar.Mucha paz tienen los que aman tu Ley, y no hay para ellos tropiezo.
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Versículo de la Biblia del día

A ti, Señor, elevo mi clamor
desde las profundidades del abismo.
Escucha, Señor, mi voz.
Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.

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Versículo de la Biblia al Azar

Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.Siguiente versículo!Con imagen

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