Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor. | El que halla esposa halla algo bueno y alcanza el favor del Señor. |
Dichoso el que halla sabiduría, el que adquiere inteligencia. | Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento. |
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En verdad, quien me encuentra halla la vida y recibe el favor del Señor. | Porque el que me halla, halla la vida, y alcanza el favor del Señor. |
El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra. | El que sigue la justicia y la lealtad halla vida, justicia y honor. |
Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. | En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. |
Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza. | Alma mía, espera en silencio solamente en Dios, pues de Él viene mi esperanza. |
Quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón. | Él que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia. |
¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos. | ¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al Señor, que mucho se deleita en sus mandamientos. |
El que se aferre a su propia vida, la perderá, y el que renuncie a su propia vida por mi causa, la encontrará. | El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por mi causa, la hallará. |
Mujer ejemplar, ¿dónde se hallará? ¡Es más valiosa que las piedras preciosas! | Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. |
Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. | Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. |
Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se moverá con entera libertad, y hallará pastos. | Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. |
Así que yo les digo: Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. | Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. |
Así que nadie los juzgue a ustedes por lo que comen o beben, o con respecto a días de fiesta religiosa, de luna nueva o de reposo. Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se halla en Cristo. | Por tanto, que nadie se constituya en vuestro juez con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo; cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo. |
Me di a conocer a los que no preguntaban por mí; dejé que me hallaran los que no me buscaban. A una nación que no invocaba mi nombre, le dije: “¡Aquí estoy!” | Me dejé buscar por los que no preguntaban por mí; me dejé hallar por los que no me buscaban. Dije: «Heme aquí, heme aquí», a una nación que no invocaba mi nombre. |
Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano. | Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. |
Pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! | Con sus plumas te cubre, y bajo sus alas hallas refugio; escudo y baluarte es su fidelidad. |
Así dice el Señor: «Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “No lo seguiremos”.» | Así dice el Señor: Paraos en los caminos y mirad, y preguntad por los senderos antiguos cuál es el buen camino, y andad por él; y hallaréis descanso para vuestras almas. Pero dijeron: «No andaremos en él.» |
El que adquiere cordura a sí mismo se ama, y el que retiene el discernimiento prospera. | El que adquiere cordura ama su alma; el que guarda la prudencia hallará el bien. |
Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. | Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. |
El que atiende a la palabra prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor! | El que pone atención a la palabra hallará el bien, y el que confía en el Señor es bienaventurado. |
Pero, si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás. | Pero desde allí buscarás al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma. |
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos. | Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. |
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará. | Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. |
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. | Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera. |