Porque para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia. | Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. |
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. | No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. |
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Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. | Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. |
Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. | Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día. |
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. | Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. |
¡Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Jehová, roca mía y redentor mío! | Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía y redentor mío. |
Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la avaricia. | Inclina mi corazón a tus testimonios y no a la ganancia deshonesta. |
Pero de día mandará Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. | De día mandará el Señor su misericordia, y de noche su cántico estará conmigo; elevaré una oración al Dios de mi vida. |
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. | En mi corazón he atesorado tu palabra, para no pecar contra ti. |
Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. | Y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra. |
Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. | Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre. |
Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios. | Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios. |
También tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: —Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. | Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. |
Dios es el que me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida. | He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es el que sostiene mi alma. |
Mas yo soy Jehová, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. | Mas yo he sido el Señor tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo. |
Guardad mis sábados y reverenciad mi santuario. Yo, Jehová. | Guardaréis mis días de reposo, y tendréis en reverencia mi santuario; yo soy el Señor. |
Pero yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo. | Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. |
Cuando yo decía: «Mi pie resbala», tu misericordia, Jehová, me sostenía. | Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh Señor, me sostendrá. |
Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, porque son el gozo de mi corazón. | Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón. |
Señor, delante de ti están todos mis deseos y mi suspiro no te es oculto. | Señor, todo mi anhelo está delante de ti, y mi suspiro no te es oculto. |
Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme. Has entendido desde lejos mis pensamientos. | Oh Señor, tú me has escudriñado y conocido. Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos comprendes mis pensamientos. |
Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti y esperaré. | Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré. |
Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. | Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado. |
Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. | Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros. |
Jesús les respondió y dijo: —Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. | Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió. |