«En tu mano están mis tiempos!» Líbrame de manos de mis enemigos y de mis perseguidores. | Mi vida entera está en tus manos; líbrame de mis enemigos y perseguidores. |
Si me amáis, guardad mis mandamientos. | Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. |
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«Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos», dice Jehová. | Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el Señor—. |
Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra. | Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes. |
Porque mejor es tu misericordia que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. | Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré. |
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. | El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. |
Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. | Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. |
Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo, Jehová. | Obedezcan mis mandamientos y pónganlos por obra. Yo soy el Señor. |
Busqué a Jehová, y él me oyó y me libró de todos mis temores. | Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores. |
Yo soy Jehová, vuestro Dios: andad en mis estatutos, guardad mis preceptos y ponedlos por obra. Santificad mis sábados, y sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy Jehová, vuestro Dios. | Yo soy el Señor su Dios. Sigan mis decretos, obedezcan mis leyes y observen mis sábados como días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que yo soy el Señor su Dios. |
Hice pacto con mis ojos, ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen? | Yo había convenido con mis ojos no mirar con lujuria a ninguna mujer. |
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos, más que vuestros pensamientos. | Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! |
Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. Que no se aparten de tus ojos; guárdalas en lo profundo de tu corazón. | Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. |
No tengo yo mayor gozo que oír que mis hijos andan en la verdad. | Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad. |
Tú encenderás mi lámpara; Jehová, mi Dios, alumbrará mis tinieblas. | Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. |
Guardad mis sábados y reverenciad mi santuario. Yo, Jehová. | Observen mis sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor. |
Oye mi oración, Jehová, y escucha mi clamor. No calles ante mis lágrimas, porque forastero soy para ti y advenedizo, como todos mis padres. | Señor, escucha mi oración, atiende a mi clamor; no cierres tus oídos a mi llanto. Ante ti soy un extraño, un peregrino, como todos mis antepasados. |
Señor, delante de ti están todos mis deseos y mi suspiro no te es oculto. | Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos. |
Ordena mis pasos con tu palabra y ninguna maldad se enseñoree de mí. | Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad. |
Mis labios se alegrarán cuando cante para ti; y mi alma, la cual redimiste. | Gritarán de júbilo mis labios cuando yo te cante salmos, pues me has salvado la vida. |
Amo a Jehová, pues ha oído mi voz y mis súplicas, porque ha inclinado a mí su oído; por tanto, lo invocaré en todos mis días. | Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante. Por cuanto él inclina a mí su oído, lo invocaré toda mi vida. |
Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu descendencia todas estas tierras, y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. | Multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo, y les daré todas esas tierras. Por medio de tu descendencia todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque Abraham me obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis enseñanzas. |
Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los años de tu vida. | Escucha, hijo mío, acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán. |
Si andáis en mis preceptos y guardáis mis mandamientos, y los ponéis por obra, yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y el árbol del campo darán su fruto. | Si se conducen según mis estatutos, y obedecen fielmente mis mandamientos, yo les enviaré lluvia a su tiempo, y la tierra y los árboles del campo darán sus frutos. |
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. | Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día. |