El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor. | La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos. |
El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. | Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. |
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Muchos serán purificados y perfeccionados, y quedarán limpios, pero los malvados seguirán en su maldad. Ninguno de ellos entenderá nada, pero los sabios lo entenderán todo. | Muchos serán purificados, emblanquecidos y refinados; los impíos procederán impíamente, y ninguno de los impíos comprenderá, pero los entendidos comprenderán. |
El Señor aborrece a los de labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad. | Los labios mentirosos son abominación al Señor, pero los que obran fielmente son su deleite. |
Gran remedio es el corazón alegre, pero el ánimo decaído seca los huesos. | El corazón alegre es buena medicina, pero el espíritu quebrantado seca los huesos. |
Pero, mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él. | Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él. |
Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. | Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón. |
Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil. | Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. |
Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta. | Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre, mas los que buscan al Señor no carecerán de bien alguno. |
Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. | Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. |
Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. | Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. |
En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte. | De nada sirven las riquezas el día de la ira, pero la justicia libra de la muerte. |
En los que fraguan el mal habita el engaño, pero hay gozo para los que promueven la paz. | Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. |
Los malvados piden prestado y no pagan, pero los justos dan con generosidad. | El impío pide prestado y no paga, mas el justo es compasivo y da. |
El Señor tu Dios te bendecirá, como lo ha prometido, y tú podrás darles prestado a muchas naciones, pero no tendrás que pedir prestado de ninguna. Dominarás a muchas naciones, pero ninguna te dominará a ti. | Pues el Señor tu Dios te bendecirá como te ha prometido, y tú prestarás a muchas naciones, pero tú no tomarás prestado; y tendrás dominio sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti. |
La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego. | La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira. |
Ahora, pues, permanecen estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor. | Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. |
Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito. | Es honra para el hombre eludir las contiendas, pero cualquier necio se enredará en ellas. |
¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo! | Pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. |
El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe. | He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta, mas el justo por su fe vivirá. |
El Señor da la riqueza y la pobreza; humilla, pero también enaltece. | El Señor empobrece y enriquece; humilla y también exalta. |
Pero, si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas. | Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras transgresiones. |
Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz. | Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz. |
Pero ahora en Cristo Jesús, a ustedes que antes estaban lejos, Dios los ha acercado mediante la sangre de Cristo. | Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo. |
Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos, ¡tu gloria cubre toda la tierra! | Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria. |