- El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
- Como el agua refleja el rostro,
así el corazón del hombre refleja al hombre. - Aun ahora —declara el Señor—
volved a mí de todo corazón,
con ayuno, llanto y lamento. - Enséñanos a contar de tal modo nuestros días,
que traigamos al corazón sabiduría. - El sabio de corazón aceptará mandatos,
mas el necio charlatán será derribado. - La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime,
mas la buena palabra lo alegra. - El corazón alegre es buena medicina,
pero el espíritu quebrantado seca los huesos. - La lengua del justo es plata escogida,
pero el corazón de los impíos es poca cosa. - Porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.
- Hay engaño en el corazón de los que traman el mal,
y gozo en los consejeros de paz. - Tus testimonios he tomado como herencia para siempre,
porque son el gozo de mi corazón. - Muchos son los planes en el corazón del hombre,
mas el consejo del Señor permanecerá. - Con toda diligencia guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida. - ¡Cuán bienaventurados son los que guardan sus testimonios,
y con todo el corazón le buscan! - Enséñame, oh Señor, tu camino;
andaré en tu verdad;
unifica mi corazón para que tema tu nombre. - La esperanza que se demora enferma el corazón,
pero el deseo cumplido es árbol de vida. - Más engañoso que todo, es el corazón,
y sin remedio;
¿quién lo comprenderá?
Yo, el Señor, escudriño el corazón,
pruebo los pensamientos,
para dar a cada uno según sus caminos,
según el fruto de sus obras. - Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
- Antes de la destrucción el corazón del hombre es altivo,
pero a la gloria precede la humildad. - Vete, come tu pan con gozo,
y bebe tu vino con corazón alegre,
porque Dios ya ha aprobado tus obras. - La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
- Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito;
al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás. - Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza.
- Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón;
el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. - Cuando comían sus pastos, se saciaron,
y al estar saciados, se ensoberbeció su corazón;
por tanto, se olvidaron de mí.
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