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Versículos de la Biblia sobre 'Razón'

  • Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.
  • Oye, hijo mío, y recibe mis razones,
    Y se te multiplicarán años de vida.
  • Goteará como la lluvia mi enseñanza;
    Destilará como el rocío mi razonamiento;
    Como la llovizna sobre la grama,
    Y como las gotas sobre la hierba.
  • Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
  • Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
    No te olvides ni te apartes de las razones de mi boca.
  • Hijo mío, está atento a mis palabras;
    Inclina tu oído a mis razones.
    No se aparten de tus ojos;
    Guárdalas en medio de tu corazón.
  • Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
  • No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.
  • Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
  • Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
  • Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
  • Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
  • Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
  • Por cuanto no se ejecuta luego sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está en ellos dispuesto para hacer el mal.
  • Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
  • Todo camino del hombre es recto en su propia opinión;
    Pero Jehová pesa los corazones.
  • Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
  • Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
  • Y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
  • Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
  • Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
  • Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen.
  • Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo.
  • La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
  • Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor.
  • Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
  • Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,
    También a mí se me alegrará el corazón.
  • Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
  • Mi carne y mi corazón desfallecen;
    Mas la roca de mi corazón
    y mi porción es Dios para siempre.
  • El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
  • Inclina mi corazón a tus testimonios,
    Y no a la avaricia.
  • El sana a los quebrantados de corazón,
    Y venda sus heridas.
  • Jehová es mi fortaleza y mi escudo;
    En él confió mi corazón, y fui ayudado,
    Por lo que se gozó mi corazón,
    Y con mi cántico le alabaré.
  • No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
  • Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en el día de reposo su buey o su asno del pesebre y lo lleva a beber? Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo? Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.
  • Te dé conforme al deseo de tu corazón,
    Y cumpla todo tu consejo.
  • Bienaventurados los de limpio corazón,
    porque ellos verán a Dios.
  • En mi corazón he guardado tus dichos,
    Para no pecar contra ti.
  • Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
  • Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón;
    Contaré todas tus maravillas.
  • Aguarda a Jehová;
    Esfuérzate, y aliéntese tu corazón;
    Sí, espera a Jehová.
  • Te alabaré con rectitud de corazón
    Cuando aprendiere tus justos juicios.
  • Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
    Porque de él mana la vida.
  • El corazón del hombre piensa su camino;
    Mas Jehová endereza sus pasos.
  • Deléitate asimismo en Jehová,
    Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
  • Con todo mi corazón te he buscado;
    No me dejes desviarme de tus mandamientos.
  • Y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
  • Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
    Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
  • El sabio de corazón recibirá los mandamientos;
    Mas el necio de labios caerá.
  • Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
    Que traigamos al corazón sabiduría.