DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Tu (4/4)

Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno.Acuérdate, oh Señor, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas. No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; acuérdate de mí conforme a tu misericordia, por tu bondad, oh Señor.
No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.
Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti.
¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos!Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres.
Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata.Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata.
Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.En ti me alegraré y me regocijaré; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo.
Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar, y nada los hace tropezar.Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar.
No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda.Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.
¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?
Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús.Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús.
Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno».Yo dije al Señor: Tú eres mi Señor; ningún bien tengo fuera de ti.
Tú, en cambio, predica lo que está de acuerdo con la sana doctrina.Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina.
Hijo mío, si tu corazón es sabio, también mi corazón se regocijará.Hijo mío, si tu corazón es sabio, mi corazón también se me alegrará.
Guía mis pasos conforme a tu promesa; no dejes que me domine la iniquidad.Afirma mis pasos en tu palabra, y que ninguna iniquidad me domine.
Acuérdate de tu creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno».Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y se acerquen los años en que digas: No tengo en ellos placer.
Por tanto, si tu ojo derecho te hace pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder una sola parte de tu cuerpo, y no que todo él sea arrojado al infierno.Y si tu ojo derecho te es ocasión de pecar, arráncalo y échalo de ti; porque te es mejor que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda.Aun antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh Señor, tú ya la sabes toda.
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida.
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado.En paz me acostaré y así también dormiré; porque solo tú, Señor, me haces habitar seguro.
En ti, Señor, busco refugio; jamás permitas que me avergüencen; en tu justicia, líbrame.En ti, oh Señor, me refugio; jamás sea yo avergonzado; líbrame en tu justicia.
¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan.Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza.Sáname, oh Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza.
Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán. Te bendeciré mientras viva, y alzando mis manos te invocaré.Porque tu misericordia es mejor que la vida, mis labios te alabarán. Así te bendeciré mientras viva, en tu nombre alzaré mis manos.
Cumple los mandamientos del Señor tu Dios; témelo y sigue sus caminos.Guardarás, pues, los mandamientos del Señor tu Dios, para andar en sus caminos y para temerle.
¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor ha amanecido sobre ti.

Versículo de la Biblia del día

Pero Dios es mi socorro;
el Señor es quien me sostiene.

Reciba el Versículo Diario:

Notificación diariaCorreo electrónicoFacebookAndroid-appEn tu sitio web

Versículo de la Biblia al Azar

Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios —aclaró Jesús.Siguiente versículo!Con imagen

Apoyar DailyVerses.net

Ayúdame a difundir la Palabra de Dios:
Donación