Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. | Él respondió y dijo: —Escrito está: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” |
La ropa de Juan estaba hecha de pelo de camello. Llevaba puesto un cinturón de cuero y se alimentaba de langostas y miel silvestre. | Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero alrededor de su cintura, y su comida era langostas y miel silvestre. |
En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte. | De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia librará de muerte. |
De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús. | Le respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. |
Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. | Aparta de ti la perversidad de la boca, aleja de ti la iniquidad de los labios. |
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! | Lavaos y limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos, dejad de hacer lo malo. |
En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. | Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. |
Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia. | Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de bondad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. |
La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios. | Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. |
No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren. | No os hagáis dioses de plata ni dioses de oro para ponerlos junto a mí. |
El Señor ama a los que odian el mal; él protege la vida de sus fieles, y los libra de manos de los impíos. | Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de manos de los impíos los libra. |
Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. | Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. |
Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe. | Pero de día mandará Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. |
¿Quién es este Rey de la gloria? Es el Señor Todopoderoso; ¡él es el Rey de la gloria! Selah | ¿Quién es este Rey de gloria? ¡Es Jehová de los ejércitos! ¡Él es el Rey de gloria! Selah |
Pero de una cosa estoy seguro: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. | Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. |
No me he apartado de los mandamientos de sus labios; en lo más profundo de mi ser he atesorado las palabras de su boca. | Nunca me separé del mandamiento de sus labios, sino que guardé las palabras de su boca más que mi comida. |
Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece. | Pues habéis renacido, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. |
De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. | El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior brotarán ríos de agua viva. |
Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche. | Ciertamente mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. |
Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte. | Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia libra de la muerte. |
El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas. | Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. |
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. | Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. |
El que salga vencedor se vestirá de blanco. Jamás borraré su nombre del libro de la vida, sino que reconoceré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. | El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. |
¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, Salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna. | ¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, pero humilde, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. |
Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio. | Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. |