- Santificaré mi gran nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas. Y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová, el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos.
- Dios es el que me ayuda;
el Señor está con los que sostienen mi vida. - Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? - Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adoren.
- Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan.
- Mirándolos Jesús, les dijo: —Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.
- Entonces Jesús, mirándolos, dijo: —Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.
- Él es la Roca, cuya obra es perfecta,
porque todos sus caminos son rectos.
Es un Dios de verdad y no hay maldad en él;
es justo y recto. - La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.
- Éste es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él.
- Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
- Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
- Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas.
- Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
- Dios es nuestro amparo y fortaleza,
nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. - ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
- Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
- Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor,
para gloria de Dios Padre. - Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
- Todo esto aconteció para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta: «Una virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Emanuel» (que significa: «Dios con nosotros»).
- Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- Y éste es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna y esta vida está en su Hijo.
- En el principio era el Verbo,
el Verbo estaba con Dios
y el Verbo era Dios. - Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado.
- ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
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