Que el Señor lleve sus corazones a amar como Dios ama y a perseverar como Cristo perseveró.



Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios y a la paciencia de Cristo.
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y hacia la perseverancia de Cristo.