El que refrena su lengua protege su vida,
pero el ligero de labios provoca su ruina.
pero el ligero de labios provoca su ruina.
El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
El que guarda su boca guarda su vida,
pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre.
pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre.
Él que guarda su boca, preserva su vida;
el que mucho abre sus labios, termina en ruina.
el que mucho abre sus labios, termina en ruina.