- El que refrena su lengua protege su vida,
pero el ligero de labios provoca su ruina. - Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
pero al pobre no hay ni quien lo amenace. - El orgullo solo genera contiendas,
pero la sabiduría está con quienes oyen consejos. - El dinero mal habido pronto se acaba;
quien ahorra, poco a poco se enriquece. - La esperanza frustrada aflige al corazón;
el deseo cumplido es un árbol de vida. - El que con sabios anda, sabio se vuelve;
el que con necios se junta, saldrá mal parado.