Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es el que prometió.