En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
—Si alguien tiene sed, venga a mí y beba.
—Si alguien tiene sed, venga a mí y beba.
Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.