Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. | Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. |
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos y revestido del nuevo. Éste, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno. | Dejen de mentirse unos a otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza con sus vicios, y se han puesto el de la nueva naturaleza, que se va renovando en conocimiento a imagen de su creador. |
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El Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. | Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. |
Las palabras del chismoso son como bocados suaves que penetran hasta las entrañas. | Los chismes son deliciosos manjares; penetran hasta lo más íntimo del ser. |
Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios. | Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna. |
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. | El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor; conocer al Santo es tener discernimiento. |
No te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal. | No te desvíes ni a diestra ni a siniestra; apártate de la maldad. |
Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. | Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz. |
Mucho se alegrará el padre del justo, y el que engendra a un sabio se gozará con él. | El padre del justo experimenta gran regocijo; quien tiene un hijo sabio se solaza en él. |
Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. | Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente. |
Al contrario, vestíos del Señor Jesucristo y no satisfagáis los deseos de la carne. | Más bien, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa. |
El que sufre es consolado por su compañero, incluso aquel que abandona el temor del Omnipotente. | Aunque uno se aparte del temor al Todopoderoso, el amigo no le niega su lealtad. |
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia. | El justo se ve coronado de bendiciones, pero la boca del malvado encubre violencia. |
Pensando él en esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.» | Pero, cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo.» |
Él es quien guarda las veredas del juicio y preserva el camino de sus santos. | Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. |
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días, pasados los cuales tuvo hambre. | Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre. |
Jehová será refugio del pobre, refugio para el tiempo de angustia. | El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia. |
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. | Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. |
Jesús les respondió: —De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado. | Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —respondió Jesús—. |
Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad. | El fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. |
Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. | Sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. |
El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. | La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. |
Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora que no pensáis. | Por eso también ustedes deben estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen. |
Bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige; por tanto, no desprecies la reprensión del Todopoderoso. | ¡Cuán dichoso es el hombre a quien Dios corrige! No menosprecies la disciplina del Todopoderoso. |
No nos metas en tentación, sino líbranos del mal, porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria, por todos los siglos. Amén. | Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. |